No cabe duda que, para poner en marcha procesos de cambio e innovación, las empresas necesitan de la colaboración de todos los grupos involucrados en la producción, distribución y consumo de lo que generan, sean productos o servicios. si a esto unimos los cambios en los comportamiento del público gracias a las nuevas tecnologías, muchas organizaciones están abriendo el camino para la participación, no solo de sus clientes, sino de sus distribuidores y empleados.Con esto, es decir, dando a estos grupos la oportunidad de diseñar y gestiionar sus propias experiencias de trabajo, ayudando a identificar y resolver problema, se logra una mayor productividad y creativida, con menores costes y rotaciones laborales, y modelos de negocio innovadores.
En su libro The power of Co-Creation, escrito junto a Venkat Ramaswany, Francis Gouillart, defiende que este proceso es suceptible de enseñarse y para ello señala una "receta con cinco ingredientes":
- Una comunidad decidida a compartir y creer.
- Una plataforma de paraticipación que permita a las personas personalizar su experiencia.
- Expansión de las interacciones: la plataforma es el punto para replicar el valor.
- Experiencias en las que todos ganan.
- Nuevo valor de creador de la comunidad.
Con ello lograremos: formular nuevas estrategias; diseñar nuevos productos y servicios; transformar los procesos de management; reducir riesgos y costes y aumentar la cuota de mercado, fidelidad y rendimiento.
