Esta conclusión se desprende del resultado de un informe realizado por el barómetro de Conciliación y la Escuela de Negocios IESE, tras entrevistar a más de 1.200 trabajadores de ambos sexos, de distintos sectores, edades , en un porcentaje de 43% de mujeres y un 57% de hombres.
El 68% de mayores de 35 años estaba satisfecho con que su jefe fuera una mujer. Este dato aumentaba entre el colectivo de trabajadores de más de 50 años, en el que el nivel de satisfacción subía al 80%.
El factor más valorado es la capacidad de las mujeres a la hora de conciliar la vida laboral y familiar. Si el jefe o jefa tiene hijos, los trabajadores están más satisfechos. Sólo el 23 % confesaba estar muy satisfecho con un jefe sin hijos.
¿Tendrá también esto que ver con que las mujeres son más abiertas emocionalmente, lo que crea otras expectativas en la empresa? En opinión de expertos, estas características que aparecen en las directivas que pueden ser valoradas por los trabajadores, a la larga les pueden ocasionar dificultades en su promoción, lo que conlleva que en algunos países, como el nuestro, cobren menos por el mismo trabajo.
Por regla general, las mujeres tienden a creer que un trabajo duro y bien hecho es suficiente para darles notoriedad, mientras que los hombres, por regla general, no tienen ninguna dificultad para difundir sus logros y valorar sus méritos.
¿Cómo pueden las mujeres romper esta inercia? para Rick Gilkey, profesor de psiquiatría en Emory, el coaching puede ayudar a romper este código de conducta. En su artículo In there Room of Emotions in the Workplace?(febrero 2008) recoge algunas pautas de la especialista en lenguaje corporal Patty Wood (Sucees Signal), respecto a las actitudes de las directivas en los lugares de trabajo. Para Wood las mujeres deben dar la mano a los interlocutores al entrar y al salir de la reunión; sentarse a la derecha de la persona más importante; elevar la voz, para evitar la tendencia de interrumpir de los hombres y sobre todo no sonreír al hombre a quien quiere cambiar de opinión, pues él lo percibirá como un "me gustas".
La controversia se plantea en si es necesario que las mujeres cambien ciertos hábitos.¿Por qué es la mujer la que debe adaptarse al medio y no al contrario? En la actualidad el medio está cambiando y las emociones, que es algo que define a las mujeres cada vez tienen mayor cabida en las empresas.
La autenticidad se está convirtiendo en un elemento de liderazgo y las empresas, y en general , las personas, buscan en sus líderes y directivos no un comportamiento, sino que comuniquen.
Tal vez por eso prefieren jefas....
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